jueves, 7 de julio de 2022

RECORDANDO A “SYD BARRETT” EN EL DÍA QUE PARTIÓ:

RECORDANDO A “SYD BARRETT” EN EL DÍA QUE PARTIÓ:

 

Un 7 de julio del 2006, falleció un genio de la música, Roger Keith “Syd” Barrett, el líder de los primeros años del grupo “PINK FLOYD  que naciera en Cambridge, Inglaterra un 6 de enero de 1946 y muriendo en su domicilio en la misma ciudad de un cáncer al páncreas producto de la diabetes tipo 2 que lo deterioró y envejeció en muy poco tiempo.

 

 Se recuerda más su leyenda que su vida, aunque permaneció apartado de los medios no estuvo desamparado ya que hasta el día de su muerte, llegó a recibir regalías por las composiciones que realizó para Pink Floyd, hecho que los mismos miembros de la banda se encargaban de que recibiera, al fallecer tenía en sus cuentas más un millón y medio de libras.

 

También fue inducido al Salón de la Fama del Rock & Roll con el grupo en 1996  pero no asistió a la ceremonia. El periodista y biógrafo del músico, Tim Willis, señaló que Barrett volvió a usar su nombre de nacimiento, Roger en lugar de Syd, y se dedicó a pintar lienzos de gran extensión la mayor parte de su tiempo de su auto reclusión  donde el único contacto que tenía con el exterior, era su hermana Rosemary y el último evento público donde participó, fue en 2002 al firmar 320 copias del libro Psychedelic Renegades del fotógrafo Mick Rock, y que incluía varias imágenes de Barrett en su juventud.

 

Para quienes aprecien la psicodelia y las composiciones irónicas (Un travesti como Arnold Layne), traiciones (Rats) y lúdicas letras que giraban entre juegos de introspección (Dominoes) y extractos de lecturas de textos ancestrales (Chapter 24) comprenderá que su importancia es de vital, pues nos muestran  la enorme creatividad de este artista, músico, cantante, compositor, excelente guitarrista y sobre todo un notable pintor que las drogas y una esquizofrenia congénita apartó del mundo de la música y sobre todo de la vida pública misma ya cual Sallinger vivió prácticamente recluido en su domicilio hasta el día de su muerte durante casi 40 años.

 

La pregunta del día sería, ¿Que hubiese sucedido con PINK FLOYD si hubiese seguido Barrett en la banda?, Lo más probable es que hubiese sido una historia diferente y terminaríamos en cientos de conjeturas que no vienen al caso.

 

 Pero si el día de hoy es para  evocar la música de este genio musical (siempre hay que separar el legado, lo que uno admira, de la vida o comportamiento del artista),basta con escuchar esa maravilla musical llamada “The Piper at the Gates of Dawn” o “El flautista en las puertas del alborada” el primer álbum de Pink Floyd, publicado el 04 de agosto de 1967 y producido por el genial Norman “Hurricane” Smith, grabado en el estudio 2 de los míticos estudios de Abbey Road, donde los Beatles registraron sus obras cumbres y como anécdota en coincidieron en las fechas en que estaban creando en el inmortal álbum “Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band otra obra de arte del año 67.  

 

Syd será importante en la historia de la música por su enorme versatilidad como letrista, en temas como: Lucifer Sam, Bike, Chapter 24, Flaming, etc. el gran Interestelar Overdrive, donde demuestra ser un guitarrista innovador por los novedoso acordes en el tema, recomiendo escuchar el recopilatorio Relics (publicado en 1971), donde aparecen los 03 primeros singles de la banda: Arnold Layne , See Emily Play (Amor libre) y Apples and Oranges, unas maravillas de los 60’s, los videos de los temas son magníficos, concepción visual de este loco maravilloso, que en el segundo disco de la banda sólo vocalmente contribuye con su introspectivo Jugband blues, el tema que marca su adiós a PINK FLOYD (abril 1968).

 

Las giras interminables, su inestabilidad emocional y el abuso de las drogas sobre todo de la heroína hicieron mella en Syd optando la banda en incorporar a su amigo de infancia David Gilmour (gran guitarrista blusero, uno de mis preferidos) como quinto integrante, para los conciertos, pero Barrett no daba más y al verse que no podía sostenerse al ritmo de la banda lo reemplazaron con él definitivamente.

Trataron de ayudarlo sobre todo Waters y Gilmour en su dos primeros álbumes como solista el semi acústico “The Madcap Laughs” y el magnífico Barrett, donde se encuentra esa joya llamada Dominoes, luego salió el disco recopilatorio de cortos llamado Opel y adiós carrera musical.

 

Luego lo descrito en las primeras líneas, los síntomas de esquizofrenia que padecía y para colmo la diabetes 2 (que finalmente lo llevó a la tumba) lo transforman prácticamente en una persona irreconocible al que fuera el ídolo de los 60´s, casi obeso y calvo a partir de los 30 años, que acelera su depresión y el casi total ostracismo con salidas esporádicas) en la casa de su madre quien lo acompañó y protegió hasta que murió antes que él, al fallecer tenía en sus cuentas más un millón y medio de libras.

 

Por ello, recuerdo en el día de hoy a Barrett, un músico que pudo ser más grande, pero como Rimbaud y muchos genios juveniles de obra breve pero inmortal,  dejo su legado para las nuevas generaciones que cada año que pasa crece como las arenas de la playa…. “SIGUE BRILLANDO DIAMANTE LOCO”.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario