La observación de mar, las miradas de las personas que se cruzan en nuestro camino, los compadrazgos, el hipotecar tu alma por un puesto, el alquilar tu destino para conseguir un lugar, me lleva a las siguiente reflexiones.
TERMINAL EN LA ARENA
I
Las olas pasaron por el muelle
dejando nuevas arenas
las chalas de aquel puerto
añejas y bisoñas en conjunto
calientan los amorfos torsos
de los bañistas cetrinos
que rinden culto al sol
Formando rostros achinados
cuyas muecas ampulosas
disimulan ígneas tristezas
Desearía estar así
Vivir en el auto engaño
Y no deprimirme
al bajar más en gramos
Volvería a ti al hacerlo
Efluvios de pasión era la meta
Confundiéndonos
entre lo albo y carmesí
II
Bajo el murmullo afónico
de los mundos en conflicto
Se sabe sin saber
Careces y necesitas
Solo dan amor las niñas
Y los niños en hileras
gritaron bastardo al flautista
entre los salientes firmados
La esfera nihilista
de aquellos pseudo críticos
alrededor del parque
remojaron el formol en los pulgares
y el licor que se escurre
en el túnel de adobe húmedo
de recipientes humanos sin amor
III
Congresista Por El Callao juego necesita de un tablero bipolar,
Biotipos de maníacos
Depresivos en sus mundos
Cápsulas que no me harán mentir
Controlarás los dosajes al menos por tu mes
Para que los dados de plomo sepan donde rodar
… ay amiga transparencia
…ay maraña de salvaciones
entre mundos flagelantes de inacción
de tu vida una escapa con pavor
IV
Cuanto necesité creer
Cuanto ansié dar en el real sentido de dar
Dar y recibir haciendo un círculo
no borgesianamente ruidoso
Despertar
dentro de 100 lustros haciendo lo mismo
Luchar por una causa
y saber por que estar en la brega
El honesto debió probar que no vivía
El desleal ensayó ante su reflejo poder mirarse
V
Cuasi asma, Cuasi nada de todos
Raparás lo arenoso
de una tierra que era verde conquistada
Seguirás viendo las imágenes
de doce pulgadas tridimensionales
Diálogos estériles perdidas de minutos
Encuéntrate y ahógate
Desnúdate y se tuyo
Ven compañera eterna
Hacia la cuenta del terminal
VI
Atormentarme como cada invierno
Sentir escalofríos
por no saber disipar el tedio
Voces el estruendo de palabras vanas
Historias repetidas
que se trocan en parábolas obsoletas
Heroínas parricidas de rizos algodónicos
VII
Que abulia de pernoctar con la carga nueva
Solo de saber que se puede catar
Para destruir con la tribulación del querer
Pero esa fuerza a mi diestra destruye
Como el presente
Como el futuro sopesado por un pasado
Yendo en naufragada fragata
¿Que sucederá?
VIII
El perro nunca debió alquilar la leche del cordero
Que tristeza de no saber morir en el cenit de la vida
Fúmame heraldo rapaz
Fúmame dulce muerte
Que este marco me apriete
Y estas ropas se agrieten
Me pesa la hortera de seguir viviendo
Dura carga la de llevar las cuitas de un penante
En un inmenso inodoro de conciencias alquiladas
Hacia la irrealidad de no ser quien en sus cerebros son
VICTOR CARRILLO STRAWPOET
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