“EL DÍA QUE LA MÚSICA MURIÓ”:
Un nefasto martes 3 de febrero
de 1959 el cantante y compositor Buddy
Holly (quien fuera líder de los Crickets e iniciaba en esos días una
carrera como solista) junto a Ritchie
Valens (un músico adolescente de 17 años nacido en Los Ángeles como Richard
Steven Valenzuela de padres inmigrantes mexicanos y que se estaba haciendo
famoso por componer y cantar el tema “La
Bamba”) y el cantante tejano Big
Bopper (J. P. Richardson) luego de una presentación de su gira conjunta por
24 ciudades de USA llamada “Winter dance
Party” van al aeropuerto de Moorhead
de Minnesota y se suben pasada la
medianoche a una avioneta que renta Holy modelo Beechcraft Bonanza N 3794N
manejada por el piloto Roger Peterson (también fallecido) que nunca llegó a su
destino.
Lo curioso de la vida es que Valens había ganado su sitio en el chárter al guitarrista Tommy
Allsup luego de tirar una moneda y Waylon Jennings le cedió su asiento a Big Bopper
porque el segundo estaba afiebrado y así parten pero al cabo de unos
minutos la avioneta se estrelló a la una
de la mañana en un campo de maíz del
pueblo rural de Clear Lake (condado de
Cerro Gordo), en el estado de Iowa.
Don McLean los inmortalizaría con el tema “American Pie”, el día que la música murió.
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